Build 2019 Innovators in Design Award
Esta casa se acomoda en la parcela como lo haría un gato, enroscándose cómodamente sobre sí misma, disfrutando de los rayos de sol pero sin que lleguen a molestarle. Aprovecha la gran explanada al sur para disfrutar del jardín y la piscina pero además genera otros espacios exteriores que permiten disfrutar de distintas situaciones al aire libre.
El acceso peatonal principal discurre junto a un jardín que desahoga la entrada y sirve de filtro frente al aparcamiento. Este camino conduce hacia un pequeño patio interior en el corazón de la vivienda en donde se encuentra el acceso. Este patio, con una fuente y protegido del sol más intenso, se convierte en un área importante de actividad en verano, como salón exterior o comedor de verano a demás de servir para refrescar el resto de la vivienda.
La primera planta se divide en dos áreas: la de los padres y la de los hijos, conectadas por un puente que abre hacia el patio de acceso y hacia una doble altura sobre el salón.